martes, 22 de mayo de 2012

NUEVOS EQUIPOS EN FORMACIÓN

Racing Y Fénix ya no están solos! Si bien sus alineaciones aún se encuentran en formación, estamos en condiciones de mostrarles Logotipos, Casacas de Arquero y del Equipo de los viejos y nuevos equipos:


Racing: 
En el Fútbol de Botones es uno de los dos equipos que resistieron la reducción que sufrió la liga barrial hace casi dos décadas. Este equipo está inspirado en el Racing Club de Argentina, primer club argentino en conseguir la Copa Intercontinental, el cual milita en la Primera División del Fútbol Local.


Fénix:
En el Fútbol de Botones lo considero un resistente al igual que Racing. Entre sus filas se encuentra el jugador Nº 11, que es ni mas ni menos que el primer botón de todos los que he tenido, cedido por quien fue mi mentor en este deporte. Múltiple Campeón de nuestra liga, este equipo está inspirado en el Club Atlético Fénix, que militaba en aquel momento en la Primera D del Fútbol Local. Luego de varios intentos en los cuales la suerte no lo acompañó, logro ascender en 2005 a la Primera C. En el año 2011 volvió a la Primera D, pero afortunadamente por poco tiempo, ya que el 14 de Mayo de 2012 se consagró Campeón logrando así retornar a la Primera C.


Comunicaciones:
En el Fútbol de Botones fue uno de los equipos de primera línea de nuestra Liga. Si bien sólo se consagró Campeón en una oportunidad siempre estuvo dentro de los primeros puestos. Cuando fue creado el equipo de Botones, en el Fútbol real Club Comunicaciones ascendía de la Primera D a la Primera C. Luego de permanecer 8 años en la Primera C logró ascender a la Primera B Metropolitana. Actualmente se encuentra jugando un torneo reducido para lograr el ascenso a la Primera B Nacional.


Luarca CF:
Este equipo no tiene historia alguna en el Fútbol de Botones (al menos en mi Liga). En el Fútbol real, el Luarca Club de Fútbol juega en el Grupo II de la Tercera División del Fútbol de España. Este equipo de botones se creará en honor al amigo Marcelo del Blog "Fútbol con Botones y Rebote a Banda", por ser gran impulsor de ésta, mi segunda etapa de Botonista.


Olavarria de Pernambuco:
Este Club no tiene historia ni en el Fútbol de Botones ni en el Fútbol real. En otras palabras, el club nunca existió en realidad. El nombre del club fue extraído del fragmento final de la canción "Espuma mística" perteneciente al disco "Pan" (2006):   "... Vestida con una camiseta del club Olavarría de Pernambuco, que perdió anoche 6 a 0 con el Zaragoza de Francia, en un intento por recobrar su lugar en la copa, eh Encarceladores del Norte... bue, adelante Rosseau..."
Simplemente decidí crearlo con ese nombre como un pequeño y humilde homenaje a quien compuso el disco "Pan", a un gran cantautor argentino que ha desaparecido recientemente, Luis Alberto Spinetta.

miércoles, 9 de mayo de 2012

LA LEGION ESPAÑOLA

Temprano en la mañana, antes de ir para el trabajo, pase por la oficina postal a buscar tan preciado envío. La Legión Española, enviada por el amigo Marcelo del Blog "Fútbol con Botones y Rebote a Banda" había llegado para traer toda su experiencia a nuestra liga.
Según lo comento el mismo Marcelo en un mail días atraz:


"la expedición ha salido esta mañana. Aunque pocos en número (dos tapones, dos tiradores y dos bolones) el entusiasmo era tanto, y tan grande el alboroto de los viajeros, que los paquetes postales (ya sabes, gente seria) se volvían a lanzarles miradas reprobadoras... Como bulto sospechoso que era, me pidieron que hiciese una declaración acerca de su contenido. Tentado estuve de explicarlo con detalle, pero luego, lo reducido del espacio del cajetín para escribir y las prisas de los que venían detrás de mí en la cola hicieron que me conformase con un escueto: "Dos balones, dos tapones. Juego". Nada comparado con la realidad. Lo cierto es que ahí te van dos tiradores capaces de las mayores proezas en la dirección de escuadras futbolbotonísticas, dos balones cuya tendencia innata es las de elevarse hacia las escuadras en busca del gol formidable, y dos porteros de contrastada experiencia y reflejos gatunos"


En Excelente formación y listos para la foto,
bajó la Legión Española del Avión.

En charla técnica les comentaré a mis jugadores la llegada de los nuevos refuerzos. Todos ellos (al igual que yo) se mostraron ansiosos por disparar con los nuevos balones y demostrar su potencia al ser impulsados con los nuevos tiradores. Los arqueros no tomaran la noticia de la mejor manera debido a que el arribo de los refuerzos hará que ellos pierdan la titularidad. Pero luego entendieron que este arribo les abre las puertas a una exitosa carrera deportiva en nuevos puestos: el portero de Racing puede ser un excelente defensor mientras que el de Fenix puede potenciar su capacidad de tiro a puerta y conseguir un puesto en la delantera.

Luego de un testeo profundo de mis jugadores actuales a los nuevos balones, tiradores y porteros pude concluir lo siguiente.

En cuanto a los Tiradores las primeras impresiones han sido magníficas. No sólo comenzaré a utilizarlos, sino que además estoy buscando materiales similares del ámbito local para fabricar tiradores más que se les asemejen.

Por el lado de los Arqueros no los usaré porque el tamaño de los mismos es muy grande en comparación con mis porterías, pero tomé de ellos la idea: comenzaré a utilizar en la porterías tapas de bidones de 5 litros de productos de limpieza y otros de mi país. El principio es el mismo, la forma es similar, sólo que el tamaño es un poco más pequeño que el de los tapones de botellas de leche enviados. Sin embargo, por experiencia y trayectoria, los porteros españoles no serán desechados, sino promovidos al puesto de “Entrenadores de Arqueros”.



Posando juntos. El entrenado de arqueros
y uno de sus pupilos.

Por último, los Balones es a lo que mas cuesta adaptarse. El cambio de los mismos puede provocar que algunos de mis botones actuales, estrellas en el pasado, se retiren sin honores por “falta de cualidades”. Pero existen 3 cuestiones que que comenzar a utilizarlos sea un hecho: 1) Que debería comenzar desde cero en aprender a utilizar los nuevos balones y por lo tanto ante un eventual torneo con amigos se darían encuentros más competitivos; 2) La estética de los balones realmente es impactante; y 3) Los balones son más escurridizos e impredecibles lo cual agrega un condimento extra al juego…


Muchas gracias Marcelo por hacerme llegar la Legión Española.

miércoles, 25 de abril de 2012

3 FUTURAS ESTRELLAS

Se incorporan hoy al grupo de "Seleccionados" 3 nuevos refuerzos que prometen ser un defensa inamovible y dos delanteros letales.

jueves, 19 de abril de 2012

CRACKS DE NÁCAR


Amigos, comparto en este post el Trailer y Sinopsis de la película "Cracks de Nácar", un film que promete erizarle la piel a cualquier Botonista de raza.

Sinopsis
La primera extrañeza que hay que atravesar es la del título, que parece en otro idioma. Crack es una voz inglesa, ya aceptada en la Real Academia Española, que significa deportista de extraordinaria habilidad. Y el nácar es una sustancia orgánico-inorgánica que se usa, entre otras cosas, para hacer botones. Segunda extrañeza: ésta es una película sobre botones (de los de la ropa, pero fuera de ella) que juegan al fútbol. ¿Fútbol con botones? Sí, pero los botones no se mueven solos sino que son movidos por Rómulo Berruti y Alfredo Serra, veteranos periodistas, amigos de larga data, eximios conversadores (y bebedores de whisky) y apasionados de los botones futbolistas. No cualquier botón es un crack, y tanto es así que los elegidos son personalizados y bautizados con nombres como Bordenave o Rojas. Cracks de nácar es una película sobre un juego singular, pero también, y sobre todo, un plácido, fluido retrato de una amistad unida por el placer de la anécdota, la conversación afilada, la mirada zumbona sobre el mundo, y con la sofisticada inteligencia (que comparten Berruti, Serra y el film) de reírse de uno mismo"

EL OJEADOR EN LA MERCERÍA

Amigos, les comparto a continuación un excelente Post del amigo Marcelo de Fútbol con Botones y Rebote a Banda.
Espero que lo disfruten.



El jugador medio, de fútbol botones, es, a la vez: jugador, entrenador, directivo y ojeador.-
Ojeador, en fútbol, es, -como sabéis-, aquél que se dedica a recorrer estadios en busca de nuevos talentos. Es una persona dotada de ese don, de reconocer entre miles de jugadores vulgares, a los, mucho menos numerosos, jugadores buenos.-
En el fútbol con botones la diferencia fundamental, en lo que a ojeadores se refiere, se encuentra en que en vez de recorrer estadios, de lo que aquí se trata es de saquear armarios y cajas de botones de familia y amigos, y, agotado ese primer filón, explorar las mercerías.

Las mercerías son unas tiendas dignas de ser visitadas, aunque sólo sea como experiencia de la vida.
Las mejores mercerías son establecimientos antiguos, de techo alto, estantes hasta más allá de donde la vista alcanza, e insólito orden de cosas tan pequeñas y variopintas como fácilmente confundibles. En su interior el tiempo sigue una marcha distinta, mucho más lenta que en cualquier otro lugar. Y así siempre hay momento para prolongadas charlas del mercero o mercera con cada cliente, por mucho que entretanto se vaya alargando la cola de los que educadamente esperan que llegue su turno.

La clientela de las mercerías está mayoritariamente compuesta por mujeres, y mujeres, además, de una cierta edad y un cierto estatus dentro del organigrama, -llamémoslo así-, de sus respectivos hogares. Y esto facilita que la actividad se desarrolle, tanto en cola como en mostrador, con singular elegancia y armonía.

El ojeador de fútbol con botones encaja muy bien en este hábitat. Entra en la tienda, localiza, tras de una primera inspección rápida, el lugar en el que las muestras de botones suelen estar a la vista y en perfecta formación, y, una vez hecho lo anterior, se queda estático y algo extático con el hocico apuntando al frente, hacia su presa, cual entrenado perro de caza, en un punto justo del local desde el cual, sin estorbar la fluida circulación de la fila de clientes, tampoco pierda en ningún momento contacto visual con su objetivo.
El ojeador, reconocido como tal, y como tal respetado y apreciado en seguida por las dependientas de las mercerías, desde su atalaya recorre a partir de entonces lenta y concienzudamente, con la mirada, cada hilera de muestras de botón, y, valiéndose de su entrenada memoria, va tomando nota mental de aquellos que pudieran merecer luego un examen más detallado.
Una vez completada esa primera lista de posibles valores, el ojeador se pone de nuevo en movimiento, se introduce en la cola, e inicia el avance hacia el mostrador, sumido en sus deportivas cavilaciones.-

Ya en el mostrador, el ojeador saluda, y pide, por favor, examinar de cerca los botones que va señalando con el dedo índice, que alarga y estira, con el resto del cuerpo, hasta casi tocarlos, y la dependienta se los va alcanzando sin prisa, -la dependienta de una mercería no se apresuraría ni aunque supiese a ciencia cierta que el mundo se iba a terminar esa misma tarde-. Y con igual parsimonia el ojeador comienza entonces su segundo examen de los posibles jugadores.
Para un botón supongo que éste ha de ser un momento muy emocionante, porque aquí y ahora está en juego todo su futuro: si seguirá siendo botón de mercería, si se convertirá algún día en botón de chaqueta o de abrigo, o si, por ventura, se convertirá ya, en este preciso instante, en lo que todo botón de pequeñito sueña con llegar a ser algún día: jugador de fútbol con botones.
Pero dejemos a los botones con sus sueños y volvamos al ojeador. El segundo examen, que en este momento ha iniciado, consta, al menos, de dos partes: una hecha mediante la vista, como la inspección primera, sólo que ahora más de cerca, y una segunda, -fundamental-, valiéndose del tacto:
El ojeador avezado ya sólo mediante esa segunda inspección visual más próxima, podrá desechar, sin más trámite, al botón saltarín, al botón endeble, al botón escurridizo, en fin, a todos aquellos botones que, por experiencias pasadas, sabe que no han de dar en el juego el deseado rendimiento. Sin embargo, acerca de otros candidatos incluso un experto como él seguirá teniendo dudas, y es para resolver éstas para lo que sirve la inspección táctil.
La inspección táctil consiste en: primero, sopesar el botón, y luego plantarlo sobre la mesa con su parte más lisa y regular (sobre la que el tirador deberá deslizarse) a la vista. En dicha posición, en el momento de ponerle el dedo encima el botón no debe oscilar ni balancearse hacia ninguna parte. Ha de quedar bien asentado, firme y estable.
Llegados a este punto, ya sólo queda arriesgarse y comprar. (Digo arriesgarse, porque evidentemente incluso el mejor ojeador se puede equivocar. Y, al final, cualquiera que entienda un poco de fútbol sabe que el verdadero rendimiento de un jugador sólo se podrá conocer en el campo). Así que el ojeador le echa valor al asunto y pregunta a la dependienta los precios de los botones elegidos. Mira el dinero que lleva en el bolsillo. Y hace un cálculo rápido que le permite saber cuáles son sus posibilidades de fichar en el mercado. Pide entonces un número mayor de aquellos jugadores que, por sus características, más le hayan convencido, y, si acaso, si le queda algo de liquidez, pide también uno o dos, por probar, de otros que le hayan ofrecido duda.
La dependienta mete a los fichajes en una bolsita, que hará las veces de autobús del equipo de camino a la casa del ojeador. Después escribe las multiplicaciones parciales y la suma total correspondiente en un trocito de papel de estraza. La revisa, y, si la dependienta es maja, -que casi siempre lo es-, le hace al ojeador un descuento, o al meter en la bolsa el último botón le dice al ojeador: -Este no te lo cobro, te lo regalo. Y el ojeador se marcha para casa más contento que unas castañuelas, o, como diría mi suegra, más contento que Chupilla (que no sabe decirme quien era el tal Chupilla, así que tal vez, por qué no, fuese un ojeador de su época).- 

miércoles, 18 de abril de 2012

Una Grata Sorpresa

Desde que me reinserte en este hermoso deporte mi cosmovisión del mundo del futbol de botones se amplió. En mi estrecha visión anterior, los porteros eran botones y en su gran mayoría, éstos tenían el mismo tamaño que muchos de mis jugadores. Vi imágenes de este deporte en otras partes de la argentina y del mundo. Me di cuenta de que utilizaban diferentes porteros y en algunos lugares también utilizaban botones pero de un tamaño considerablemente más grande que los jugadores. Esto trajo a la memoria un viejo botón. Era en su momento el portero del club “Belgrano” y con cierta ironía por su gran tamaño le llamábamos “Chiquito Bossio” (en honor al conocido arquero argentino Carlos Bossio). Él era un botón antiguo de saco, color verde claro opaco. Para adaptarlo al futbol de botones había tenido que limar su parte inferior, y si bien era un excelente portero (por su tamaño) también podía ser perfectamente un jugador de campo por su pegada firme e implacable. Él era uno más de tantos botones que deseche con dolor cuando reduje mis equipos a 2.
Continué viendo imágenes y cada vez que veía un botón de gran tamaño repetía para mis adentros “que lastima no tener a Chiquito Bossio”. Antes de ayer fui a cenar a la casa de mis padres, mi antiguo hogar y lugar donde se desarrollaron la mayor cantidad de encuentros de mi liga. Luego de cenar me dirigí a un viejo ropero para desechar algunas cajas, placas madres dañadas y otros artículos de computación (soy técnico en reparación de PC). En un momento recordé la vieja caja de botones que tenía mi abuela y pensé “quizá en esa lata encuentre los jugadores que deseché entonces”. Le pregunte a mi madre por el paradero de dicha lata. Ella fue hasta una cajita de madera que utiliza de costurero y me dijo “la lata la tire hace bastante tiempo, pero todo lo que guarde esta acá” y me alcanzo 3 bolsitas pequeñas de botones. En ese momento y al ver que el número de botones que tenía mi abuela había sido reducido a 3 pequeñas bolsitas, imagine que los botones que “no sirven porque están lijados” (frase más que hiriente para un botonista) habían sido desechados.
Con la poca esperanza que me quedaba, y ante la mirada de mi madre y mi esposa, desparramé el contenido de las 2 primeras bolsitas sobre la mesa. Revolví, miré, volví a mirar y no encontré ninguno de mis jugadores. En las bolsitas, como bien había imaginado, sólo había botones “que servían”. Ya con esperanzas casi nulas y con cierto desgano vacié el contenido de la tercera bolsita sobre la mesa. Y precisamente en ese momento, como si un reflector lo iluminara, lo ví. En el medio de todos los botones, como si lo estuviesen rodeando para pedirle autógrafos, estaba él. Al verlo lo agarre con mi mano derecha, levante la mirada y les dije con emoción a mi señora y madre “es Chiquito Bossio!!!”. Para ellas, claro está, esta información era completamente irrelevante.
Más opaco de lo que lo recordaba, por los largos años de letargo que le tocaron vivir confinado en aquella lata y posterior bolsita, pero eso sí: con las ganas que tiene un jugador de volver al juego luego de una larga lesión. 
Hoy descansa en la lata que tengo en casa de “botones seleccionados” que pronto formaran parte de las nuevas escuadras.

martes, 17 de abril de 2012